Patrimonio escultórico

Virgen chica (1668, Pedro de Paz)

En 1668, solo 40 años después de la llegada a Córdoba del grupo escultórico de Juan de Mesa, contrata la Hermandad con el escultor Pedro de Paz “la hechura de una imagen de Ntra. Sra. de las Angustias con su hijo en los brazos que se hizo para poner los Jueves Santos y Viernes en el bufete para pedir la demanda y dicha imagen tiene tres cuartas de alto y es vestida como la de la capilla de la Cofradía”[i].  

El coste de la obra fue de 143 reales, firmando el contrato en nombre de la Cofradía el presbítero Don Luis del Prado. En las cuentas de la Hermandad figura un pago de 226 reales, partida que incluiría además de la la hechura de la imagen la ropa de la misma.

La imagen fue entregada el 20 de febrero de 1668, utilizándose desde ese momento en la mesa petitoria instalada en Semana Santa y en las demandas llevadas a cabo por los hermanos en fiestas y jubileos.

Más tarde, en el año 1862, se encargó la realización de otra imagen de igual composición y, a pesar de que no hay constancia documental sobre cuál de las dos desapareció, por el estilo de las imágenes y el tamaño de las mismas se tiene por cierto que es la de Pedro de Paz la que actualmente se sigue utilizando con el mismo fin.

Tanto Virgen como Cristo destacan por un escaso dramatismo y un hieratismo marcado sobre todo en la figura de Cristo que aparece sobre el regazo de su Madre sin alcanzar del todo el lógico grado de unidad que presentan este tipo de composiciones escultóricas. Los brazos de la dolorosa son articulados y permiten una movilidad algo limitada.

Peana (1771, Diego Fernández)

Uno de los elementos más antiguos y destacados en cuanto a talla de la Semana Santa cordobesa, a pesar de ser una enorme desconocida, es la peana del siglo XVIII sobre la que está situada la Virgen de las Angustias en su capilla.

En 1763, el acaudalado labrador Andrés de Armenta es elegido como Hermano Mayor de las Angustias. La iniciativa de mayor envergadura que pone en marcha es el proyecto de andas de plata para sacar a la Virgen en procesión, que fue aprobado por el visitador general en 1765.

La muerte de Andrés de Armenta, sobrevenida en 1767, frustra la realización de las andas y la Cofradía se ve obligada a detener el fastuoso proyecto. En su lugar, acaba labrando un magnífico trono dorado para la Virgen.

La ejecución de la peana fue encargada al maestro tallista Diego Fernández, que en 1750 había recibido el encargo de realizar un retablo en madera de Segura para la Virgen de las Angustias.

La obra finaliza en 1771 y el resultado es la magnífica peana dorada sobre la que descansa actualmente la Virgen en su capilla, empleada también en los actos de la Coronación Canónica de la Señora y en los traslados que por diversos motivos se han realizado en los últimos años.

Evangelistas (1771, Xavier Cano)

En 1752 la Hermandad de las Angustias entra en contacto con el escultor Juan Javier Cano de la Vega (Xavier Cano) y le encarga la ejecución de una Magdalena y un San Juan, que serían colocados en el retablo recién construido para la Señora.

Hoy nada se sabe de aquellas imágenes pero debieron ser del agrado de los cofrades de entonces puesto que, años después, la Hermandad volvería a realizar un encargo a dicho escultor.

Para exornar el trono dorado de la Virgen, realizado en 1771, la Hermandad encarga de nuevo a Xavier Cano la realización de cuatro imágenes de los evangelistas que, en la actualidad, podemos contemplarlos a ambos lados de la peana de Ntra Sra y en las hornacinas laterales del paso en su salida procesional cada Jueves Santo.

Los evangelistas son imágenes confeccionadas en madera policromada.  Las cuatro tallas se presentan como elegantes figuras de cuerpos aplomados con actitudes sosegadas y reflexivas, profundamente humanas y veraces con una expresividad contenida. El estofado, técnica muy utilizada en el barroco andaluz, predomina en los ropajes que se pliegan y se arremolinan alrededor de las figuras. Cada evangelista está acompañado por su símbolo, con diferentes posturas y movimiento, así como por los evangelios que son portados por los cuatro, siendo únicamente San Marcos el que lo muestra explícitamente al espectador. Los rostros son bellos y ovalados, con ojos de cristal rasgados y mirada ensimismada.

Angelitos con atributos pasionistas (siglo XIX)

Recientemente restaurados, la Hermandad cuenta también con cuatro ángeles que, portando atributos pasionistas, acompañaban a la Virgen de las Angustias en las sencillas andas con las que procesionaba en el siglo XIX.

[i] MURILLO ROJAS, José: Recopilación de los anales de la Cofradía de las Angustias, 1993, página web de la Hermandad (www.lasangustias.es).